[11] El conjunto fue prácticamente destruido en la guerra civil española durante la defensa de Madrid.
[12][13] Desde comienzos del siglo xx, el paseo comenzó a poblarse de «aristocráticas viviendas»,[4] que entre sus más ilustres vecinos tuvieron al escultor Victorio Macho que en el número 64 vivió y trabajó en su casa y estudio hasta 1936.
[11] Rosales se hizo muy popular en Madrid por sus terrazas, en la acera orientada a Poniente, sobre el parque del Oeste y con vistas a la Casa de Campo y las panorámicas más velazqueñas de la sierra del Guadarrama.
También se ofrecían en el Magic-Park conciertos con cuatro funciones o pases diarios, que interpretaba una banda de veinte instrumentistas.
[9] Un año después, el recinto abandonado «del arbolado solar» le sirvió al empresario Antonio Bargués para la creación de un nuevo parque de recreo, el Saturno Park, diseñado por Salvador Alarma Tasta.
[9] Rodeando el falso trasatlántico, se puso en funcionamiento una pequeña locomotora de vapor que servía para desplazarse por parte del parque.
Anteriormente esta escuela estuvo en el último tramo de la Gran Vía madrileña.