Pasar por la quilla

En la tradición marinera, el pasar por la quilla (a veces también llamado castigo de carena) era un castigo al que eran sometidos los marineros culpables de delitos graves, como por ejemplo la cobardía ante el enemigo o motín;[1]​ pero también se impuso como castigo por negligencia a piratas y capitanes que habían causado daños por inexperiencia,[2]​ comprometiendo la seguridad del barco durante la navegación a vela.

El paso por la quilla consistía en atar al culpable del delito a un cabo, echarlo por la barandilla de un costado del buque y sacarlo por el otro costado, pasándolo por debajo de la quilla.

Con un ritmo demasiado rápido el condenado era frotado violentamente contra todo lo que estuviera pegado al casco, formando salientes afilados que podían llegar a desmembrarle o decapitarle.

[5]​ En la marina británica tuvo alguna difusión, aunque no de manera oficial.

Según algunos autores podría incluso haber nacido con los navíos británicos del siglo XVI y la práctica habría sido prohibida en 1720,[6]​ mientras que otros dicen que existía ya en tiempos de los romanos, y tenía lugar en las galeras.

Pasar por la quilla en un grabado inglés del siglo XVI
El paso por la quilla del cirujano del barco Almirante Jan van Nes , Lieve Pietersz Verschuier (1660-1686).