Contiene una antigua manifestación cultural en territorio argentino: los Menhires, enormes piedras de granito talladas y transportadas hace 2 mil años por sus habitantes.
[3] Si bien existen algunos estudiosos que sugieren que los primeros menhires fueron mencionados por Carlos Germán Burmeister en 1861, el primer estudio fue el trabajo de campo del arqueólogo Juan Bautista Ambrosetti, titulado “Los monumentos megalíticos del valle de Tafí (Tucumán)” y publicado en 1897.
[4] En el siglo XX se sumaron las investigaciones de Lafone Quevedo, Bruch, y Ricardo Jaimes Freyre.
[5] Pasadas algunas décadas, en el año 1960 los investigadores González y Núñez Regueiro realizaron investigaciones en la zona extendiendo el estudio al conjunto de elementos arqueológicos asociados a estos monolitos, ubicando la datación entre 200 a. C. y 800 d. C.[6] Estos monumentos eran símbolos itifálicos que formaban parte del culto a la fertilidad.
[10] Muchos menhires tenían en sus frentes grabados dirigidos hacia el punto cardinal Este, orientación relacionada con el culto al «dios Sol».