Parco del Valentino
El origen del nombre es incierto, pero parece que se remonta a los primeros asentamientos romanos; según documentos del siglo XIII,[2] aquí había una antiquísima capilla dedicada a San Valentín (176-273), que conservaba una parte de las reliquias del santo patrón de los enamorados traídas directamente de Terni.No está claro si la capilla posteriormente se deterioró o fue destruida, pero las reliquias fueron trasladadas a la vecina iglesia de San Vito, en la colina, al otro lado del río.[3] La zona del Valentino fue habitada primero por los nobles Birago, que construyeron aquí una villa; posteriormente, Manuel Filiberto de Saboya compró toda la zona hacia mediados del siglo XVI.La zona pasó de simple parque fluvial del Po a tener una estructura organizada con jardines refinados, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se iniciaron las verdaderas obras de modificación del pintoresco parque urbano, según el proyecto romántico del paisajista francés Barrillet-Dechamps.Además del Borgo Medievale, el Parco del Valentino de Turín alberga otras obras de arte: En los últimos años el parque ha sido renovado profundamente y es el destino, al atardecer, de muchos apasionados del jogging y la bicicleta.