El desembalse progresivo en primavera y verano permite mantener un caudal en el Ebro en las partes más bajas de Aragón y Cataluña, siendo así esencial para la agricultura de regadío del valle del Ebro.La retención del agua en invierno también evita desbordamientos río abajo cuando ocurre el deshielo de la nieve acumulada en la cordillera Cantábrica.El embalse del Ebro fue construido entre los años 1921 y 1945, aunque no fue inaugurado hasta 1952.Las expropiaciones fueron realizadas en el año 1932, por la Confederación Hidrográfica del Ebro, durante la II República.De todas las compensaciones solo se llegó a ejecutar la del puente que uniría ambas orillas, el conocido puente Noguerol que, no obstante, se derrumbó por problemas estructurales poco después de construirse, por lo que finalmente ninguna de las compensaciones llegaron a ver la luz.Su construcción supuso cambios climáticos en la zona, con nieblas frecuentes durante el invierno.El uso más importante dentro de la comunidad cántabra es el bitrasvase a las cuencas del Besaya y Pas, por un máximo de 22 hm³ y que se realiza únicamente en la temporada estival y para consumo doméstico; este bitrasvase permite abastecer las altas demandas hídricas de la costa cántabra durante la temporada de verano, cuando su población se incrementa notablemente debido al turismo.
Placa situada en la presa del embalse en reconocimiento al ingeniero de caminos
Manuel Lorenzo Pardo
, artífice de la obra.