En 1911 las vendió a la sociedad inglesa The Wolfram Mining and Smelting Company Limited, que amplió notablemente las instalaciones aprovechando el incremento de la demanda ocasionado por la Primera Guerra Mundial.
En esta época trabajaban en las minas unas 800 personas de forma organizada y otras mil en labores irregulares, a las que la empresa compraba el mineral.
[1] En 1928 entraron nuevos accionistas en la empresa, que cambió el nombre a Beralt Tin & Wolfram Limited.
En 1994 las minas pasaron a la empresa Avocet Ventures, que en enero de 1995 reemprendió la actividad.
La principal virtud de estos minerales es, además de su calidad, el hecho que se presentan casi siempre combinados entre sí dando lugar a paragénesis que han hecho a esta mina famosa en todo el mundo.