El edificio toma su nombre del cercano puente Aníchkov, que cruza la Fontanka en este sitio.
Algunos sugieren como arquitectos a Francesco Bartolomeo Rastrelli y Mijaíl Zemtsov, responsable del diseño, aunque todavía no está probado.
El arquitecto Iván Stárov, fue encargado en 1778-1779 para hacer grandes modificaciones a fin de convertirlo en un edificio neoclásico.
Tres años más tarde, Alejandro I otorgó el Palacio a su hermana, la gran duquesa Elena Pávlovna Románova, que fue más tarde la gran duquesa de Mecklemburgo-Schwerin por su matrimonio con el Príncipe heredero Federico Luis de Mecklemburgo-Schwerin.
El futuro Alejandro III da nueva vida al Palacio, asegurando su resurgimiento en una variedad de históricos estilos.