[1] Es un palacio-castillo de características residenciales, con artesonados en las estancias, azulejería y disposiciones ornamentales e importantes elementos arquitectónicos que anuncian el Renacimiento.
Una vez realizada la conquista del Reino de Valencia por el monarca Jaime I el año 1238, este procedió con suma liberalidad a recompensar a los caballeros que le habían acompañado y prestado ayuda.
Entre ellos, destaca la figura de Julio Giménez Llorca, quien vendió el castillo a Vicente Gil Roca, empresario que quería derribarlo.
[5] Durante los primeros años del siglo XX el palacio fue propiedad de Vicente Gil Roca.
[7] El 28 de febrero de 2003 se abrieron al público por primera vez las puertas del castillo a todos los ciudadanos y ciudadanas, llevándose a cabo diferentes actividades culturales como conciertos o exposiciones, entre otras actividades.
Así durante la ejecución este plan se han encontrado importantes hallazgos como cerámica ornamental desconocida en la localidad y de gran valor.
[8] El año 2018 se recuperaron azulejos góticos del castillo de Alacuás que iban a ser vendidos por internet.
Entre los elementos más importantes de esta planta figuran la sencilla escalera que da acceso al entresuelo, toda ella construida con bloques de sillería, y también el artesonado del vestíbulo y el pórtico.
Son de gran delicadeza los arcos ojivales y columnatas que la integran en la galería del patio.
En la fachada oeste se encuentra la gran dependencia, que bien pudo ser el comedor principal y la cocina, con su enorme chimenea.
Destinada a graneros y dependencias para los sirvientes, se encuentra en la actualidad totalmente desmantelada.
Esta industria artesanal también formó parte faltar de las diversas actividades que nuestros antepasados llevaban a cabo en Alaquàs.
Una recuperación de gran importancia fue la de la escalera principal a su sitio primitivo, adosada en el patio, como marcan los cánones renacentistas, eliminando la escalera impropia que a mediados del siglo XX se había construido en la entrada principal del edificio y que restaba funcionalidad a las dependencias adyacentes, rompiendo el paso directo desde el patio.
La 'Sala La Torre,' ubicada en el entresuelo, está equipada para acoger exposiciones de diferentes contenidos.
La sala del semisótano, ahora Sala Vilaragut, está equipada y destinada para exposiciones, quedando configurada en tres niveles, el último de ellos es el aljibe, espacio visitable que servía antiguamente como depósito de agua.
La 'Sala de la Xemeneia' es una amplía sala convertida en un espacio polivalente, preparada para acoger conferencias, proyecciones audiovisuales y actos públicos.
Está orientada sobre todo a la investigación, pero también a la difusión del patrimonio bibliográfico y artístico como centro dinamizador del fondo local con una tarea claramente didáctica, para los centros educativos, colectivos y asociaciones culturales locales.