Al ser bautizados la cedieron para templo católico, el cual quedó bajo la advocación de San Pedro Apóstol.
Las obras fueron costeadas por los vecinos y el señor de la villa.
[3] El templo es de una sola nave sin media naranja y su arquitectura pertenece al estilo churrigueresco, si bien mucha decoración desapareció con la restauración de 1877.
La situada frente al altar mayor carece de frontispicio y decoración, ya que está frente al palacio de los señores territoriales y estos hicieron construir un arco uniendo el palacio y la iglesia, de forma que podían oír misa sin necesidad de salir a la calle y confundirse con los plebeyos.
La otra puerta, de adornos muy sencillos, se encuentra al lado del evangelio.