No debe confundirse lo agrario con lo agrícola, pues mientras lo primero incluye la totalidad de lo rural, lo segundo se limita a la agricultura (sin incluir la ganadería u otras actividades rurales).Al hablar del paisaje rural, destaca el hecho de que este no sea uniforme, distinguiendo tradicionalmente en Europa, campos cerrados y campos abiertos, con variantes intermedias, fruto de condicionamientos no solo naturales sino, sobre todo, jurídicos e históricos.Aunque tradicionalmente estas áreas hayan sido primariamente utilizadas para la agricultura o ganadería, actualmente grandes superficies pueden estar protegidas como un área de conservación del medio ambiente (flora, fauna u otros recursos naturales), tierras indígenas, reservas extractivistas y tener otra importancia económica, por ejemplo, a través del turismo rural o ecoturismo.Para delimitar el área rural cada país en América Latina y el Caribe utilizan criterios particulares, como por ejemplo: (i) cantidad de habitantes, (ii) tamaño del asentamiento poblacional, (iii) disponibilidad de servicios básicos, (iv) población económicamente activa.Si bien no existe un único criterio para definir las áreas rurales, sin embargo es muy común considerar definiciones excluyentes entre el concepto de territorio urbano y el rural, no considerando áreas intermedias.En los países de América Latina y en el Caribe, el número de habitantes que residen en una determinada zona es el método más utilizado para diferenciar el espacio urbano del espacio rural.Cabe señalar las grandes diferencias en el tamaño de los asentamientos humanos en el medio rural.