Práctica que al final lo conduciría a la carrera de las armas.
Meses después combatiría en Ayacucho donde dirigió una carga de su caballería contra el regimiento que custodiaba al Virrey La Serna.
Al producirse la invasión peruana en 1828, Braun se opone infructuosamente al ejército invasor pero al ser derrotada la oposición boliviana por el ejército peruano Braun se retira a Colombia donde toma parte en la Batalla del Portete de Tarqui.
Braun dirige varias batallas contra los enemigos de la Confederación Perú-Boliviana.
Años después sería rehabilitado por el presidente Manuel Isidoro Belzu tras lo que regresaría varias veces a Bolivia y Perú donde tenía intereses en minas de cobre y plantaciones de café.
Sus restos se encuentran en la Basílica Mayor de San Francisco, La Paz, Bolivia.