Su esposa, y tía de Assing, Rahel Varnhagen, reconocida escritora judía, había fallecido ya hacía tiempo.
Se mantenía económicamente escribiendo artículos para el Morgenblatt für gebildete Leser y utilizó un seudónimo masculino.
Al principio Assing escribía textos sobre cultura y de interés general, pero pronto sus escritos se centrarían en el movimiento abolicionista.
Durante su estancia en Europa intentando reclamar la herencia de su hermana (incluyendo los documentos de su madre y los Varnhagen), Assing leyó en un periódico que Douglass había contraído matrimonio con su secretaria, una mujer blanca y veinte años más joven, Helen Pitts.
Se quemó toda su correspondencia con Douglass y este recibió su escasa herencia, según el testamento que Assing había dejado en su habitación del hotel.