Las crías suelen presentar un collar blanquecino más o menos amplio alrededor del cuello, marca que habitualmente desaparece a partir de la primera muda al año de edad, pero puede quedar algún resto en los adultos.
La visión no la tiene muy desarrollada, comparada con otros sentidos, aunque sí puede ver en color durante la noche.
A larga distancia reconocen formas pero no detalles, y detectan mucho mejor animales u objetos en movimiento que inmóviles.
En algunas situaciones desfavorables pueden erguirse sobre sus patas traseras para aumentar su campo de visión.
En Austria e Italia se llevaron a cabo sendos proyectos para la reintroducción del oso: reintroducción del oso en Austria central y reintroducción del oso en el Trentino (Alpes italianos) Las poblaciones pertenecientes a esa misma línea genética pero al refugio ibérico se localizan en la cordillera Cantábrica, Pirineos y sur de la península escandinava y están en un estado de conservación muy precario.
Los osos son omnívoros: en primavera y otoño su alimentación es sobre todo vegetal, pero también aprecian las carroñas.
Los osos pasan el invierno en sus oseras, en las que duermen con un sueño entrecortado, sin variaciones en su temperatura corporal.
Es también en este período cuando los osos paren (diciembre, enero) y comienzan a criar sus oseznos.
Central: esta población se considera extinguida[7] Sur: 10-12 Las amenazas a las que se enfrentan son variadas y todas provocadas directa o indirectamente por el hombre: cambio climático, destrucción del hábitat, caza furtiva, caza accidental (con lazos), aumento de presión sobre el hábitat.
El último macho "puramente autóctono español" pirenaico, Camille, de unos veintiún años, se da por muerto.
En el momento que se le dio caza iba acompañada por una cría macho nacida ese mismo año "híbrida" ya que su progenitor, «Nere», provenía de la reintroducción de osos eslovenos llevada a cabo en 1996/97 por el gobierno francés.
A estos dos núcleos poblacionales se les denomina «occidental» (desde los Ancares lucenses a Babia) y «oriental» (desde el macizo del Mampodre hasta la sierra de Híjar y el valle de Campoo.
Además en esta población existen puntos críticos que amenazan con acrecentar los problemas asociados a los procesos de aislamiento.
Los concejos asturianos donde habitan preferentemente son Cangas del Narcea, Degaña, Somiedo y Belmonte de Miranda, que es donde se contabiliza el mayor número de reproducciones cada año, aunque también se localizan ejemplares en los concejos de Proaza, Allande, Ibias, Tineo, Salas, Yernes y Tameza, Quirós, Teverga, Lena, Grado y Santo Adriano.
Existen puntos críticos que interesa conservar como corredores ecológicos para evitar los problemas asociados a los procesos de aislamiento.
Aunque la población cantábrica esta en aumento todavía cuenta con amenazas para su supervivencia, la separación de los dos núcleos (lo que conlleva la consanguinidad), muertes producidas por el hombre (lazos, disparos, veneno, etc).
Durante el periodo 1980-1994 se produjeron cincuenta y cuatro muertes no naturales en la cordillera Cantábrica.
[20] Muchas veces los osos de la cordillera Cantábrica dejan los paraje en los suelen habitar y se acercan a lugares poblados por seres humanos.