El oscurantismo es la práctica deliberada de evitar que determinados hechos y conocimientos sean difundidos a la población.
Histórica e intelectualmente tiene dos sentidos comunes: la restricción u oposición a la difusión del conocimiento al público y, lo que se conoce como oscuridad deliberada, un estilo abstruso —como a veces se da en la literatura y el arte— caracterizado por una deliberada vaguedad.
Por otra parte, en el siglo XIX, para distinguir las variedades de oscurantismo que se encontraban en la metafísica y la teología del «más sutil» oscurantismo de la filosofía crítica de Immanuel Kant y del escepticismo filosófico moderno, Friedrich Nietzsche dijo: «El elemento esencial en el negro arte del oscurantismo no es que quiera oscurecer la comprensión individual, sino que quiere ennegrecer nuestra imagen del mundo, y oscurecer nuestra idea de la existencia».
[5] Los oscurantistas puede ser en su ámbito privado religiosos, ateos o agnósticos, pero por el servicio a su causa creen que la religión es necesaria porque contribuye al control social de la población .
Schopenhauer sostenía que los filósofos postkantianos, como Fichte, Schelling y Hegel imitaban deliberadamente esa manera de Kant en la escritura.