[2] En el año 1950 hubo una pequeña epidemia en Polonia que involucró a unas 100 personas.
El agente que causaba la enfermedad permaneció desconocido hasta 1952 cuando el médico polaco Stanisław Grzymala resolvió el misterio.
[3] Descubrió que cada una de las personas afectadas había ingerido el hongo Cortinarius orellanus.
Cuando se lo suministró oralmente a animales de laboratorio logró reproducir exactamente los mismos síntomas que en los seres humanos.
Los herbicidas paraquat y diquat son tóxicos no sólo para las plantas sino también para animales, incluyendo los seres humanos.