Olivia Zúñiga

Huérfana del general revolucionario Eugenio Zúñiga, quien dio nombre al municipio Tlajomulco de Zúñiga, y la zacatecana Trinidad Correa González Hermosillo, quien la dio en adopción a su hermano, el presbítero Rafael Correa González Hermosillo, quien la llevó a Tenamaxtlán, Jalisco.

En 1942, Zúñiga estudiaba en los talleres de arte dramático del director teatral japonés Seki Sano donde continuó ejercitando sus aptitudes narrativas a través de escenas y ejercicios teatrales.

Olivia, de extraordinaria belleza, en 1942 se encontraba estudiando arte dramático con el maestro japonés Seki Sano.

Su primera obra fue impresa en 1947, un volumen de poesía que tituló Amante imaginado, prologado por el académico español Luis Fernández Ardavín.

Asimismo, escribió para los lectores del diario Excélsior, Suplemento de Novedades y El Nacional.