La guerra de asedio que había prevalecido hasta entonces, gracias a las fortalezas construidas y restauradas por Luis IX durante su estancia entre 1250 y 1254, se transformó progresivamente en guerra de posiciones.Asimismo el Oriente Próximo cristiano vivía una época de anarquía entre las órdenes religiosas que debían defenderlo, así como entre comerciantes genoveses y venecianos.Este anuncio puso en apuros al Papa Clemente IV, que deseaba que el rey francés permaneciera en su reino para mantener la paz en Occidente y, conociendo la frágil salud del rey, temía un desenlace fatal para tal expedición.Por otra parte, los francos orientales no ocultan su necesidad de refuerzos inmediatos, aunque fueran limitados.Los caballeros hospitalario y los Caballeros templarios tuvieron grandes dificultades para impedir que cometieran imprudencias ante las provocaciones de Baibars, que buscaba atraer a los cruzados a sus trampas, por lo que acabaron regresando a Aragón sin haber aportado gran ayuda ni haber obtenido resultados destacables.[10] La escuadra arribó frente a Cartago el 18 de julio, en pleno verano magrebí.Pese a la grave situación del Levante cristiano, se acepta que fue el hermano del rey Carlos de Anjou quien le convenció para dirigir su nueva cruzada no al Levante, sino a Túnez, donde afirmó que el emir local estaba dispuesto a abandonar el islam y convertirse al cristianismo.[14] Cualesquiera que fueran las razones para desviar la cruzada a Túnez, fue un grave error estratégico para los latinos del Este.Gracias al efecto sorpresa, se tomaron las fortificaciones y el terreno frente al puerto de Túnez y se cortaron las rutas de suministros hacia la ciudad.Sin embargo, los cruzaron debieron lidiar desde el primer día la falta de agua potable.Baibars, que creía que la cruzada tendría como objetivo Egipto, puso el delta del Nilo en estado de defensa y organizó una expedición de socorro a Túnez.Los musulmanes mientras acosaban constantemente el campamento cruzado y Luis IX prohibió su persecución por temor a emboscadas.[10] Además los otros dos hijos, Felipe y Pedro, del rey yacían también moribundos.A cambio, el ejército cruzado evacuó Túnez, dejando atrás las armas de asedio.
Luis IX de Francia liderando la Octava Cruzada.
San Luis asedia Túnez durante la Octava Cruzada (1270). Iluminación de las
Grandes Crónicas de Francia
(hacia 1370-1378). París, BnF, Departamento de Manuscritos, francés 2813, folio 299 verso.