Ochpaniztli

[4]​ En los primeros cinco días de Ochpaniztli, se enfatizaba el silencio en Tenochtitlan.

[6]​ Las batallas simuladas entre las mujeres donde se golpeaban con pelotas de hojas de cactos, musgo, cempasúchil y carrizos era para hacer reír a la ixiptla, pues la mujer que iba a morir no tenía permitido llorar.

La historiadora australiana Inga Clendinnen escribió que la joven escogida como víctima del sacrificio debía estar cercana a la histeria sabiendo que al llegar la noche del quinto día moriría, mientras era forzada a sonreír durante todo el tiempo de espera.

[7]​ En la pirámide, era colocada en una losa boca arriba, y su boca era atada para que no pudiera gritar y era sacrificada serrando lentamente su cabeza con un cuchillo de obsidiana mientras yacía atada, mirando las estrellas, para que los cultivos crecieran en la próxima estación.

[9]​ El maíz en sus etapas iniciales es esbelto con cabello largo y tiene granos lechosos que evocaban pechos a los mexicas, todo esto relacionado con el cuerpo femenino, mientras en sus etapas más tardías se vuelve duro, erecto, con forma fálica, lo que los mexicas explicaban como Xilonen, la Señora del Maíz convirtiéndose en Cintéotl, el Señor del Maíz.

[10]​ Clendinnen describió imágenes de los cuatro jóvenes usando sombreros huastecos (los huastecos eran legendarios en México por sus artes eróticas) y con "erecciones gloriosas", evocando un imaginario muy masculino y sexualizado a pesar de estar vestidos en un estilo muy femenino.

[12]​ Los cálculos mexicas presumen que por cuatro días, 80,000 hombres, mujeres y niños huastecos fueron asesinados para celebrar la inauguración de la pirámide del Templo Mayor de Tenochtitlan y los huastecos fueron exterminados, aunque Clendinnen considera que 20,000 asesinados es un número más realista.

[16]​ La sangre de las víctimas era recogida en un cuenco para ser entregada a "Toci", quién bebía un poco y empezaba a gruñir terriblemente, manifestando su desagrado con el sacrificio, pues ninguna crueldad podía saciar su sed de sangre.

[16]​ En el Templo Mayor, Toci era recibida por un hombre vestido como Huitzilopochtli, su marido, y ambos se enredaban en posturas sexuales, para simbolizar la "unión sexual divina" que tuvo lugar después que Toci había sido sacrificada, convirtiéndose en la diosa consorte de Huitzilopochtli.

[20]​ Hutzilopochtli se casó inmediatamente con Toci, pues su sed de sangre y su crueldad la convirtieron en la esposa ideal para él.

[21]​ Sin embargo, en la comprensión mexica del mundo, el cuerpo masculino solo se vuelve sagrado después de que los hombres se vuelven guerreros entrenando y combatiendo mientras el cuerpo femenino, capaz de crear vida, era sagrado por sí mismo.

[22]​ Aun así, el uso de la sexualidad femenina otorgaba a las mujeres cierto poder sobre los hombres.

[23]​ Los sacrificios de jóvenes eran hechos públicamente y eran siempre causa de gran alegría y celebración entre los mexicas, que creían que el Señor del Maíz les premiaría con una buena cosecha al siguiente año.

Ochpaniztli