Observatorio del Ebro

Los edificios donde se ubica están incluidos en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

Los aparatos necesarios para todas estas observaciones fueron adquiridos en Francia, Inglaterra e Italia .

Estos dos últimos dieron paso al actual Instituto Químico de Sarrià (IQS).

El único centro científico que quedó en Roquetes fue el Observatorio del Ebro, cuyas secciones se encontraban ya a pleno funcionamiento: la de Heliofísica, dedicada a fotografiar y medir a diario la posición de las manchas solares, la de Geofísica, centrada en el estudio del magnetismo terrestre, corrientes telúricas y movimientos sísmicos, y la Meteorológica que investigaba los fenómenos eléctricos y atmosféricos.

El Padre Cirera fue sustituido en 1920 por uno de sus más directos colaboradores, el Padre Lluís Rodés, quien llevó a cabo importantes mejoras en las instalaciones, especialmente en las de carácter sismológico.

Destaca la divulgación de todos estos fondos que hizo la bibliotecaria Maria Genescà i Sitjes (1954-2022),[9]​ directora del centro entre 1983 y 2018.