Diócesis de Tabasco

En Tabasco nunca se establecieron regularmente misiones franciscanas, dominicanas, agustinas ni jesuitas.

[3]​ Así, mientras en otras partes se enseñaba artesanías, alfarería y religión, se fundaban colegios y universidades, al mismo tiempo que se construían edificios monumentales y templos, en Tabasco la mayor parte de la población no sabía leer ni escribir y no recibía instrucción religiosa, ya que solo tenían acceso a la cultura las personas que tenían la oportunidad de salir del estado.

Sin embargo, los sucesivos cambios de gobierno y las luchas internas entre los conservadores y los liberales, provocaron divisiones internas, poca estabilidad de los gobiernos e intranquilidad en la vida cotidiana, descuidando aún más la educación y la atención de la fe.

Las divisiones en fracciones políticas, que afectaban duramente la convivencia civil, influyeron también para que se descuidara el aspecto de la atención a la fe del pueblo y a que se hiciera sentir la casi total ausencia de sacerdotes en el territorio de la vicaría.

Habiendo llegado a San Juan Bautista en mayo de 1913; al quinto obispo de la diócesis Antonio Hernández y Rodríguez lo sorprendió en julio del siguiente año, la rebelión carrancista de fuertes rasgos anticlericales y fue amenazado, humillado y vejado.

[1]​ Terminada la lucha revolucionaria, llegaría al poder en Tabasco, Tomás Garrido Canabal, iniciándose así la época conocida como el "Garridismo", que se caracterizó por la persecución religiosa en el estado.

Se puede decir que durante el gobierno de Garrido la religión desapareció del estado.

[10]​ Mientras que en septiembre de ese mismo año, el entonces gobernador interino de Tabasco Santiago Ruiz Sobredo solicitó al gobierno federal, permiso para convertir los templos abandonados, en escuelas racionalistas.

Ya de regreso en el gobierno del estado, Garrido limitó a 6 el número de sacerdotes que podían oficiar servicios religiosos y convirtió iglesias en escuelas "racionalistas" o en cuarteles militares.

En 1930 el gobernador Ausencio C. Cruz, (dejado en el gobierno por Garrido), convirtió la Catedral de Esquipulas en donde funcionaba ya un cuartel militar, en la escuela "Racionalista Francisco Ferrer Guardia" y prohibió al nuevo obispo de Tabasco Vicente María Camacho y Moya entrar al estado y tomar posesión de la diócesis.

Debido a la persecución religiosa en el estado, el obispo Antonio Hernández Rodríguez fue expulsado del estado en 1914 y desde esa fecha no hubo obispo en Tabasco hasta 1923 con la llegada del obispo Pascual Díaz Barreto, quien solo permaneció un año al ser expulsado por Garrido.