Inicialmente tenía en la mano una rosa, que se desconoce su paradero.
Al mismo tiempo el primer obispo de Michoacán, Vasco Vázquez de Quiroga, construyó la Capilla Hospital[5] para Indios Mexicanos un espacio para el culto católico en el naciente poblado.
En ese espacio creado por Vasco de Quiroga, inició la veneración de la virgen que Per Afán trajo desde España donada por Carlos I, y ahí duró por ocho años.
Después fue trasladada a otra capilla en la cual tuvo como hogar por 130 años o sea hasta 1696, donde posteriormente la llevaron a Guanajuato donde en 1671 por iniciativa del sacerdote José Hurtado Castilla, fue concluido después de 25 años, los trabajos iniciados en 1696.
La imagen ha estado en varios lugares dentro del templo, pero desde 1814, está en el altar principal.