El avión tenía una cabina abierta en la sección central alar y una única hélice propulsora, orientada hacia atrás, conectada a un motor de pistones integrado en el perfil todo ala.
Informó que el avión no podía volar a más de cinco pies del suelo.
En noviembre de 1941, tras haber realizado 28 vuelos, Stephens informó que, cuando intentaba mover el N-1M en su eje vertical, el avión tenía tendencia al "balanceo del holandés".
[4] El N-1M resultó ser básicamente acertado, allanando el camino para los posteriores y mucho mayores aviones YB-35 e YB-49 de Northrop.
El N-1M está actualmente en exhibición en el Steven F. Udvar-Hazy Center, del National Air and Space Museum.