Está presente en los pimientos picantes,[2] si bien es fabricado habitualmente en forma sintética.
El ungüento vendido bajo nombre comercial Finalgon se usa para aliviar la artritis y el dolor muscular.
La nonivamida se utiliza como un aditivo alimentario para añadir sabor picante a los condimentos, saborizantes y mezclas de especias.
También se emplea en la industria gastronómica y en la farmacéutica en algunas formulaciones, como una alternativa más económica a la capsaicina.
Al igual que la capsaicina, se desaconseja su uso en mamíferos, pero no en aves o insectos, que parecen inmunes.