Dos nombres y una variedad de títulos son utilizados para referirse a Jesús en el Nuevo Testamento.
El primer índice del libro (siguiendo las dedicatorias reales y el prefacio del autor) se titula «Una colección de los Nombres y Títulos dados a Jesucristo» [«A collection of the Names and Titles given to Jesus Christ»], con 198 nombres de la lista, cada uno acompañado por una referencia bíblica.
Existen varias propuestas sobre cómo debe ser traducido el significado etimológico literal del nombre, incluyendo:[15][16][17][18][19]
También ocurre en el griego del Nuevo Testamento en Hechos 7:45 y Hebreos 4:8, en referencia a Josué hijo de Nun.
El salto morfológico esta vez no fue tan grande como los cambios previos entre familias lingüísticas.
Ἰησοῦς [Iēsous] fue transliterado al latín IESVS, donde se situó durante muchos siglos.
Las letras minúsculas se desarrollaron en torno al año 800 y, algún tiempo después, la U se inventó para distinguir el sonido de la vocal del sonido consonántico y la J para distinguir a la consonante de I.
Por consiguiente, muchas oraciones cristianas concluyen con las palabras: «En el nombre de nuestro Señor Jesucristo».
De ahí que Pablo puede utilizar el término Christos sin confusión en cuanto a quién se refiere y, como en 1 Corintios 4:15 y Romanos 12:5, se puede usar expresiones como «en Cristo» para referirse a los seguidores de Jesús.
[40] Los primeros cristianos vieron a Jesús como «Señor» y la palabra griega Kyrios (κύριος), que también puede significar Dios, señor o maestro, aparece más de 700 veces en el Nuevo Testamento refiriéndose a él.
[43] Los escritos paulinos establecen además las diversas consecuencias teológicas del concepto Señor/Kyrios entre los primeros cristianos, e hicieron hincapié en los atributos de Jesús no solamente como refiriéndose a su victoria escatológica, sino a él como «imagen divina» (en griego: εἰκών, Eikon), en cuyo rostro resplandece la gloria de Dios.
[42][46] El título, incluso en la forma griega, sigue siendo ampliamente utilizado en la liturgia cristiana, por ejemplo, en la combinación Kyrie eleison, Christe eleison (es decir, «Señor, ten piedad; Cristo, ten piedad»), en el que Jesús es referido como Señor e, inmediatamente después, como Cristo.
[48] Algunos comentaristas sugieren que en Lucas 5, Pedro progresa de ver a Jesús como «Maestro» (v.
[59][60][61][62] La declaración de que Jesús es el Hijo de Dios es hecha por muchas personas en el Nuevo Testamento, en dos ocasiones separadas por Dios Padre como una voz del cielo, y también es afirmada por Jesús mismo.
[74] La profesión comienza con expresar la creencia en «Dios Padre Todopoderoso, creador de los cielos y la tierra» e inmediatamente, pero por separado, en «Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor», expresando así el doble sentido de la paternidad en el Credo.
[75] El primer capítulo del libro de Apocalipsis se refiere a «uno semejante al Hijo del Hombre» (Apocalipsis 1:12-13) que se encuentra en la gloria radiante y habla con el autor.
[79] En el Evangelio de Juan, Jesús no es solamente una figura mesiánica, ni un profeta como Moisés, sino que el énfasis clave está en su doble papel como Hijo de Dios e Hijo del Hombre.
[82][83] Geza Vermes argumentó que «el hijo del hombre» en los Evangelios no tiene relación con estos usos de la Biblia Hebrea.
En monólogos o diálogos el hablante puede referirse a sí mismo, no como «yo», sino como «el hijo del hombre» en tercera persona, en contextos que implican temor, reserva, o modestia.
[89] El libro del Apocalipsis incluye más de veinte referencias a un cordero-león («inmolado pero en pie») victorioso, en una forma que recuerda al Cristo resucitado.
Porque él se sometió a la muerte sin ser culpable de cualquier iniquidad.
El uso del término «Rey» en los cargos presentados contra Jesús es central en la decisión de crucificarlo.
En Juan 19:12, Pilato intenta liberar a Jesús, pero los judíos objetan, diciendo: «Si a este sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone»; con lo que el poder del César frente de la discusión, para la asunción del título Rey, implica rebelión contra el Imperio romano.
[107][109] En Juan 20:16, cuando María Magdalena se encuentra con Jesús poco después de la resurrección, ella lo llama «Rabboni» (Ραββουνει), literalmente, mi gran maestro.
En varias ocasiones, los discípulos también se refieren a Jesús como «Rabí» en Juan 4:31, 6:25, 9:2 y 11:8.
[114][116] Dando a entender que el título Rabí era utilizado por los fariseos para obtener estatus (quienes «se sientan en la cátedra de Moisés») y señal de autoridad; en Mateo 23:1-8, Jesús rechazó el título de «Rabí» para sus discípulos, diciendo: «vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos».
[126] En la Epístola a los Hebreos, Jesús es llamado «Apóstol» y «Sumo Sacerdote» en Hebreos 3:1; la preparación de los dos títulos se encuentra en el texto anterior de Hebreos 2:5-18, que presenta las dos funciones de Jesús: como apóstol que representa a Dios para la humanidad y como un Sumo Sacerdote que representa a la humanidad ante Dios.
[128] Un profeta no es simplemente alguien que predica, sino es quien proclama la revelación divina por voluntad de Dios.
En otros lugares, como Lucas 7:39, los judíos nuevamente dudan de que Jesús sea un profeta.
[131] Teniendo en cuenta que 1 Juan 2:1 considera a Jesús como un Paráclito, la referencia en Juan 14:16 dice que Jesús pediría al Padre enviar un segundo Paráclito para continuar con la vida de la Iglesia después de su partida.