Parábola de la lámpara

Se presenta en tres de los evangelios canónicos del Nuevo Testamento.[1]​ En el Evangelio de Lucas, Jesús dijo: En Mateo esta parábola es una continuación del discurso sobre la sal y la luz ya que se inicia con el siguiente mensaje de Jesús:La idea clave de la parábola es que "La luz es para ser revelada, no oculta".El Señor les indica a sus discípulos son la sal de la tierra, es decir, los que dan sabor divino a todo lo humano, y los que preservan al mundo de la corrupción, manteniendo viva la Alianza con Dios.[8]​ Los discípulos de Jesús deben ser también, como Él mismo, luz para los que yacen en tinieblas.
Ilustración de la parábola, junto con la parábola del crecimiento de la semilla , que sigue en Marcos .