Fue hijo del escultor Enric Clarasó i Daudí.
En 1938 obtuvo el premio "Crexells" con la novela Francis de Cer, que quedó inédita.
A lo largo de su vida, utilizó dos seudónimos literarios: Jorge Dearán y León Daudí.
Debe su fama, sin embargo, al humorismo, que cultivó extensamente, y a las innumerables y sabrosas citas literarias que se le atribuyen y pueblan todos los diccionarios de frases célebres.
En 1954 realizó en colaboración con José María Forqué los guiones y diálogos para dos de las películas del último: El diablo toca la flauta y Un día perdido.