Su batallón fue integrado al ejército enviado por Lazare Carnot (1753-1823) a someter la Vendée.
Emisarios del cabecilla se quedaron a reunirse con Haxo para negociar la capitulación.
Haxo tomó posiciones en el campanario de la iglesia local, donde le llegó un balazo en un brazo.
Sus tropas intentaron retirarse del pueblo, pero los rebeldes eran demasiados y no pudieron escapar.
Finalmente, Haxo logró escapar pero quedó separado de sus hombres y además fue herido en un muslo durante el combate.
Según las crónicas, Charette se mostró apenado por su muerte, ya que sentía una cierta admiración por su enemigo.