Tras un aprendizaje inicial en Leipzig con Emanuel Nysen, se trasladó a Magdeburgo, donde encontró trabajo en la fabricación de pinceles para los artistas.
En varias ocasiones Knüpfer creó composiciones con escaleras que conducen a un estrado, donde hay entronizado un gobernante o un juez.
Las pinturas de Knüpfer se caracterizaron por una técnica sin detalle y la pincelada suelta.
Sus cálidos tonos y el dramático claroscuro recuerdan el estilo inicial de Rembrandt (1606-1669).
Sus figuras están a menudo en poses inusuales y pintadas con líneas que fluyen con toques blancos.