[1] Durante varios siglos Dinamarca obtuvo importantes ingresos económicos cobrando una tasa a los barcos que atravesaban el estrecho de Oresund, estrecho que separa a la isla danesa de Selandia del territorio sueco.
Kronborg adquirió su nombre actual en 1585, cuando fue reconstruido por Federico II en un magnífico castillo renacentista, único en su aspecto y el tamaño de toda Europa.
En 1629, el descuido hizo que la mayor parte del castillo fuera consumido por las llamas.
Cristián IV desplegó grandes esfuerzos en la restauración del castillo en 1639 y logró reconstruir la fachada de manera magnífica, pero el interior nunca recuperó su antiguo esplendor.
Los prisioneros estaban divididos en dos categorías: los que tienen penas menores fueron clasificados como "honestos" y se les permitió trabajar fuera de las murallas del castillo, los que cumplían condenas por violencia, asesinatos, incendios o similares se clasificaron como "deshonestos" y tenían que cumplir la sentencia completa haciendo trabajos duros dentro de las murallas del castillo.
Desde 1785 hasta 1922, el castillo estuvo totalmente bajo la administración militar y durante dicho período se terminaron una serie de reformas.