Nicolás Melini

Nos acosan relatos de filiación beckettiana, como los aterradores Pared y Elasticidad comprobada; nos interrogan las escatológicas alucinaciones del apoteósico Salir, con guiños a Chuck Palahniuk; se nos invita a compartir epifanías tan dolorosas como la del relato que da título a este volumen, en el que resuenan ecos de David Foster Wallace y de sus abracadabrantes relaciones de familia" (Ricardo Menéndez Salmón, La Nueva España).

“El futbolista asesino: una novela dura, rápida e interesante” (Alexis Ravelo).

“Nicolás Melini, para comprobar cómo los jóvenes son capaces de escribir una poesía transparente, en apariencia fría y absolutamente emocionante” (Antonio Gala, Libro recomendado para el verano, Revista Magazine, El Mundo); "La sangre, la luz, el violoncelo es para mí una novela perfectamente lograda, por la maestría con la que consigue articular fondo y estructura", Jacques Soubeyroux ("Manipular, mentir", Université Lumière Lyon 2).

“Si alguien me pregunta qué influencias hay en los cuentos de Melini no podría contestarle.

Sé bien a los que el autor admira pero Chèjov, Cheever, Saroyan, Salinger, Bukowski o Fonseca no aparecen en sus cuentos.

"Nicolás Melini demuestra en estos cuentos su capacidad para dilatar los instantes, iluminarlos y convertirlos en fracciones de vida perdurable.

Una impronta personal de un autor que merece ser ampliamente difundido y leído.

Exhibido en muestras cinematográficas de Marruecos, Reino Unido, Florida, Alemania, etc.