Neuroeconomía

La neuroeconomía estudia la conducta económica para entender de mejor forma la función del cerebro, y estudia el cerebro para examinar y complementar modelos teóricos acerca de la conducta económica.

Dado que las aproximaciones computacionales a la toma de decisiones han cobrado gran relevancia, la neuroeconomía ha incorporado nuevos desarrollos provenientes de la biología teórica, inteligencia artificial, y el modelamiento matemático.

[10]​ El electroencefalograma (EEG) fue una máquina que se inventó en 1912 por un científico ruso llamado Vladimir Vladimirovich Pravdich-Neminsky y es el primer método para sacar las imágenes cerebrales.

[13]​ Resulta muy evidente que nuestras compras diarias no marcan un estado emocional definitivo y claro, ya que son mucho más evidentes en compras complejas y de alto involucramiento por parte de los consumidores, o por lo menos resultan más perceptibles.

Los campos de estudio están principalmente referidos, con la racionalidad o con su ausencia, en lo que se refiere a los agentes económicos.

[19]​ Su actividad se ve marcadamente aumentada en respuesta a precios altos en el caso de los vendedores.

Después vinieron varios más estudios similares, pero éste sin dudas fue el señuelo, el que abrió el camino.

Veintiséis adultos participaron en el mismo, cada uno con U$S 20 para gastar en determinados productos, que luego les serían enviados a su casa en caso de compra; y si ellos elegían no hacer ninguna compra, se podían quedar con el dinero.

Los productos y sus precios aparecían en una pantalla de computadora que los participantes podían ver mientras sus cerebros eran escaneados vía resonancia magnética.

[15]​ En conclusión: En palabras del especialista en temas neurología, al tomar una decisión de compra, en nuestro cerebro habría una especie de batalla entre el sí y el no, con dos regiones en lucha: núcleo accumbens e ínsula.

[20]​ Posiblemente el estudio más difundido es el referido al correlato neural del “desafío pepsi”.

En un estudio encabezado por Samuel McClure y Read Montague (autor de “Why Choose This Book?

: How We Make Decisions”) se replicó este desafío en una condición sin información de la marca que se está consumiendo, y en otra con dicha información (McClure et al.