Mientras que el cubismo reduce la naturaleza a las formas geométricas que el artista considera esenciales o más significativas, el neocubismo perfila enérgicamente los estilos y los modos que caracterizan a la vanguardia europea; mezcla de simbolismo, surrealismo y realismo.
Los principales representantes en España de esta tendencia fueron, entre otros, los pintores Daniel Vázquez Díaz y Francisco Cossío, o los escultores Alberto y Ángel Ferrant.
En los años cuarenta, esta tendencia neocubista se conoce también como figuración esquemática y sus elementos formales están tomados del cubismo y del Art Decó.
Esta tendencia es desplazada por el informalismo de los años cincuenta, y los artistas que la representaban optaron por distintas trayectorias, dentro de la pintura abstracta o la figurativa.
Entre otros cabe señalar a Cristino de Vera, Adolfo Estrada, Gloria Merino, Carlos Pascual de Lara, Vaquero Turcios, Juan Méjica García, Manuel Hernández Mompó, Antoni Tàpies, Modesto Ciruelos y Hernando Viñes.