[2] Muy joven, en 1794 luchó con los voluntarios vizcaínos contra los franceses en la Guerra del Rosellón.
Estuvo un año emigrado, hasta que volvió a España, y en 1835 fue nombrado General en jefe del Ejército carlista.
Marchó contra el General Córdova, con quien luchó en Guevara (1835) y Arlabán (1836), siendo el resultado dudoso en el primer combate y favorable a los carlistas, según Antonio Pirala, en el segundo.
[3] Consiguió brillantes victorias en Maturana, Lerín, Villarreal de Álava, Plencia, Mercadillo, El Berrón y otras; pero perdió en Luchana, junto a Bilbao.
Se retiró a Tolosa, donde pasó el resto de su vida.