Nava de Roa

El relieve del municipio es predominantemente llano, con algunos montes dispersos.

Surgida en el ámbito de la repoblación medieval en torno a los siglos X y XI, su época de mayor esplendor se sitúa entre los siglos XVI y XVIII.

A la caída del Antiguo Régimen queda constituido en ayuntamiento constitucional[4]​ en el partido de Roa, perteneciente a la región de Castilla la Vieja que en el censo de la matrícula catastral contaba con 186 hogares y 605 vecinos.

El descenso de población hasta nuestros días ha sido continuo.

En esta población se mantuvo encarcelado a Juan Martín El Empecinado, famoso guerrillero que luchó contra las tropas napoleónicas, tras su captura en Olmos de Peñafiel (1823).

El terreno es de buena calidad para viñedo y arbolado, pero no así para granos; hay un monte, con prado, de 1 legua de largo por 1/2 de ancho, el cual produce leña y buenos pastos; cruza por él un arroyo que nace en Valdezate, y va a desaguar en el Duero, a corta distancia.

Existen también un taller mecánico Talleres Castilla Rialsa, un bar y dos casas de turismo rural.

En su interior, alberga un retablo y una pila bautismal ambos del siglo XVI, así como un Cristo gótico de grandes dimensiones probablemente del siglo XIV.

Como todos los pueblos de la comarca, en las laderas del monte Calvario están las típicas bodegas conservándose algunas aún en buen estado así como restos de los antiguos lagares.

Por último, es posible ver algunos ejemplos de arquitectura popular con paredes que conservan sus entramados de madera y que son de las pocas que resistieron al incendio del pueblo ocurrido en el siglo XIX, como la situada en la calle Santa Ana, 4, con fachadas al ayuntamiento y a la iglesia, que alberga la casa rural La Casa de Nava.