Además de introducir personalmente la fotografía en Irán, fue el primer monarca persa en escribir y publicar un diario.
Los predecesores de Nasereddín Sah habían perdido ante Rusia las posesiones iraníes en el Cáucaso, y el joven rey se esforzó por reforzar las posesiones orientales kayaríes frente a las tribus pastunes retomando Herat.
Sin embargo, el Imperio británico sintió el movimiento como una amenaza a su dominio de la India y estalló la Guerra Anglo-Persa, hasta que la prioridad de conservar Bushehr obligó al monarca persa, en 1857, a abandonar Herat al incipiente estado afgano.
El diario personal del primero de estos viajes ha sido publicado tanto en persa como en alemán, francés y holandés, en él se nombra a su esposa más amada, Jeyran, con la que vivió una gran historia de amor, que es referente para la cultura popular y se convierte en un símbolo del amor iraní.
En 1872, la presión popular le forzó a anular la concesión que permitía al barón Reuter construir ferrocarriles y obras de irrigación por todo Irán.
Muchos estudiosos consideran este episodio como punto de partida del nacionalismo iraní moderno.
A su muerte, le sucedió su hijo Mozaffareddín Shah Qayar, que gobernó entre 1896 y 1907.