Al sobrevenir la intervención francesa, Dávila organizó en China un escuadrón, con el cual se puso a las órdenes del general Escobedo.
Llegó a ser diputado local y federal en repetidas ocasiones, y en 1872 asumió la gubernatura y comandancia general de Nuevo León, nombrado por el presidente Lerdo de Tejada, en sustitución del general Lázaro Garza Ayala, siendo a su vez sustituido por el doctor José Eleuterio González.
En 1876, Narciso Dávila volvió a ser gobernador interino por designación del general Carlos Fuero.
A la caída de Lerdo de Tejada, Dávila entregó el mando al licenciado Canuto García y tuvo que expatriarse a los Estados Unidos, donde permaneció hasta 1884.
En sus funerales pronunciaron discursos el licenciado Vicente Garza Cantú, representando al Colegio de Abogados, y el licenciado Enrique Gorostieta González, a la Academia de Jurisprudencia.