Es una de las dos únicas ciudades del mundo que han sufrido una bomba atómica.La creencia católica de que todos los hombres son iguales, no se adaptaba con la estructura política de Japón y después de ser un reino libre en el periodo Oda Nobunaga, los misioneros fueron obligados a irse paulatinamente, hasta que finalmente en la era Tokugawa el cristianismo fue prohibido bajo la política Sakoku.Esos kakure Kirishitan (cristianos ocultos 隠れキリシタン) eran obligados a pisar dibujos de la Virgen María y otros santos para probar que no eran cristianos.La mayoría fue enviada a Jagatara (Yakarta) y todavía es recordado por los lugareños, como la gente que escribía textos conmovedores de como fueron expulsados al mar desde su hogar.De acuerdo a un estudio del 2017 había unos 476,4 católicos cada 10 000 habitantes en la prefectura.