Aunque su señalización indica una longitud de 162 kilómetros, sólo se encuentran catalogados 33 km en total.
La calle del Muelle, que inició sus obras en los años 70, hoy día es la N-632a en sentido Lugo.
Todo este tramo reemplazó, en la última década del siglo XIX, a uno muy anterior que pasaba frente al Ayuntamiento, cuando era una carretera de tercer orden.
Debido a esto existe cierta polémifca, cuyo mayor efecto es que el Ayuntamiento de Avilés no aceptará el vial como propio hasta que éste haya sido convenientemente reparado por el Ministerio de Fomento, titular actual.
Cabe destacar que aunque la mayoría del recorrido por Castrillón es a día de hoy vial urbano, existe todavía el punto kilométrco 105, visible en Piedras Blancas.
Hay un rasante y una pendiente para llegar a Carcedo donde existe un tramo muy antiguo con estrechamiento, justo al lado de la N-632 moderna.
Allí se puede tomar la pequeña N-643 que, tras sólo 2 kilómetros, nos llevará al aeropuerto de Asturias.
Tiene una pequeña nave industrial, un hotel rural y el acceso a una estación de servicio, tras la cual se convierte en un sendero asfaltado que acaba sepultado por la N-632.
Esta sección es, con diferencia, la más larga y sinuosa de la antigua carretera transcantábrica asturiana.
Mediante éste, volveremos a descender, en su sinuoso trazado original, durante dos kilómetros en los cuales atravesamos Canero y, al fin, se llega a la rotonda de unión con la N-634, punto en el cual se interrumpe definitivamente el recorrido por la N-632a y podremos continuar el viaje hacia Luarca.