El lenguaje está atestiguado en 80 estelas rúnicas, muchas de ellas son difíciles de fechar y es posible que no todas fueran escritas por gente nacida en Groenlandia.
[1] Es difícil identificar, específicamente, debido al limitado material referido a textos sobre piedras rúnicas.
Esta innovación lingüística es paralela al nórdico oocidental en el período Medieval tardío.
Que son hl y hr al iniciar una palabra, conservados del mismo modo en el islandés, y la vocal larga œ que se fusionó con æ.
En particular la palabra Kalaaleq (antiguamente Karaaleq), que significa groenlandés, derivada de skræling, el término nórdico dado a los nativos del norte de América;[3][4] se sugiere que la palabra kona, que significa mujer, es de origen nórdico.