Tras trabajar en el terreno del dibujo publicitario en Argentina y realizar algunas exposiciones regresó a España en 1952.[2] En 2005 recibió el Premio Eusko Ikaskuntza Caja Laboral de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales de Eusko Ikaskuntza y en 2008 fue premiado con la medalla al trabajo Lan Onari.Colaboró intensamente con arquitectos como Fullaondo, destacando sus pinturas en la cripta del santuario de Aránzazu en Oñate (Guipúzcoa), obra finalizada en 1982, o la escultura que forma parte del embalse de Arriaran en Beasáin (Guipúzcoa).En noviembre de 2006 se publicaron sus memorias en un libro titulado Crónica errante y una miscelánea (ed.Alberdania);[4] en este libro Basterretxea narra, en una primera parte, sus vivencias personales entre los 12 años y los 18 años; en la segunda parte del libro nos ofrece su particular visión de una serie de temas variados.