También se puede visitar un espacio dedicado a los veinte primeros años de Salvador Dalí con sus juguetes, postales en movimiento y fotografías del álbum familiar.
Tanto uno como otro eran juegos muy populares y preciados, encontrados en muchas sepulturas, incluso las reales en el caso del Ur.
En el año 1000 a. C. ya se hacían volar cometas por el cielo de Oriente, aunque sus orígenes pueden ser más antiguos.
Un elemento común en muchos de los juguetes que forman estos tres capítulos es la rueda.
Son juguetes que fomentan la actividad física y el disfrute, especialmente al aire libre.
En este ámbito destacan los elementos que nos crean ilusiones ópticas: figuras y juegos que engañan a nuestros ojos y estimulan nuestro cerebro, divirtiéndonos, como el anamorfoscopio, donde un espejo cilíndrico nos devuelve a las proporciones reales una imagen deformada; o el zoótropo, antecedente del cine, así como proyectores de diferente formato donde el movimiento es la clave.
Estos últimos son piezas para hacer trucos con los que se quería sorprender y a la vez entretener simulando los populares espectáculos que se presentaban en las variedades del teatro o del circo.
Meccano, fabricado en 1901 en Liverpool (Inglaterra) por Hornby Trains, se empezó a exportar rápidamente por todo el mundo.
Su creador, Frank Hornby (1863-1936), había solicitado una patente en 1901 para producir su invento con el nombre de Mechanics Made Easy (Mecánica hecha fácil), que se convertiría en Meccano en 1907.
[6] El juego puede ser un acto ritual, una acción simbólica, una competición pacífica, un desafío para el intelecto y el carácter, una actividad recreativa o un simple pasatiempo.
Los juegos se caracterizan por un importante aspecto lúdico y muchos incluyen, además, un contenido educativo e incluso moralizante.
[7] En el museo hay también un espacio dedicado a la infancia y adolescencia del figuerense seguramente más internacional, el pintor Salvador Dalí Domènech (1904-1989).
Aunque la familia de Salvador nunca hizo ningún álbum fotográfico, les gustaba retratarse, y es por este motivo que se conservan tantas imágenes del periodo 1900-1928.
Para su producción, utilizaban materiales tradicionales de aquel momento: madera, tejido, cartón, cuero, porcelana, papel, hojalata pintada o litografiada, plomo, goma, barro, vidrio... Más adelante se incorporaron nuevos materiales como la baquelita, el amberol, el celuloide y el plexiglás.
Así mismo, el uso de contrapesos se substituyó por las pilas alcalinas o pequeñas baterías.
Así surgieron los trenes en miniatura que, con los años, evolucionaron hacia el maquetismo y el modelismo ferroviario.
Tanto en Ibiza, donde regentó un bar entre 1933 y 1936, como en París, donde fue crítico cultural de Elle, revista de la que también fue secretario general, estableció auténticas amistades entre la gente de la cultura: Jacques Prévert, Walter Benjamin, Gisèle Freund, André Breton, Ionescu, Rafael Alberti, Jean-Paul Sartre, Agnès Varda, Juliette Greco, Alexander Calder, Foujita y los artistas catalanes residentes en París Rabascall, Xifra, Miralda, Benet Rossell, etc.[11]