En el otoño del año 2020 el Museo y su colección fueron declarados de Interés Nacional.
A lo largo del siglo surgieron en Cataluña diversas iniciativas enmarcadas en el movimiento de la Renaixença que pretendieron recuperar y proteger este legado.
Cuando estalló Guerra Civil (1936) elementos anticlericales de las fuerzas revolucionarias saquearon y desmantelaron el Museo Diocesano.
[3] La institución pasó a denominarse Museo del Pueblo y fue el destino de todo el patrimonio expropiado en la ciudad por las tropas republicanas.
En 1969 la Iglesia puso en venta el edificio del Seminario y las piezas del Museo se repartieron entre el Palacio Episcopal y la iglesia románica de San Martín, una situación que se prolongaría durante más 30 años.
Desde entonces y hasta 2009 unas 80 000 personas han visitado la nueva sede del museo.
Eso mismo también lo ha reconocido ante instancias judiciales civiles el actual obispo de la sede ilerdense M. Joan Piris.