Para evitar su demolición se declaró el edificio monumento artístico-arquitectónico, y se cedió el espacio al Instituto de Estudios Ilerdenses (IEI), creado por la Diputación Provincial de Lérida, para asegurar el mantenimiento.
[3] Es a partir del siglo XV que en muchas de las ciudades se decidió optar por unificar todas aquellas instituciones en una sola a fin de mejorar la asistencia y optimizar los recursos, y se crearon los hospitales generales.
[5] En este primer momento se construye, a cargo del maestro Andreu Pi, la fachada principal, la que está frente a la Catedral Nueva y donde anteriormente se encontraba la plaza l'Almodí.
[5] Esta etapa se finalizó el patio interior y la galería, muy al estilo típico del gótico civil catalán.
[5] Fue dirigida por el maestro de obras Jaume Borell, quien a su vez trabajó en la Catedral Vieja en este mismo periodo.
Las circulaciones principales del edificio siguen un eje axial norte-sur, los ingresos desde el exterior se encuentran orientados de esta forma, al igual que el cuerpo más grande de la escalera que visto en planta tiene esta misma orientación.
[3] Uno de los elementos más interesantes del edificio es la escalera que comunica la planta baja con el primer nivel.