[1] El museo, que cubre el desarrollo histórico y cultural de Suecia desde el Mesolítico hasta la actualidad, cuenta con una serie de exposiciones permanentes y alberga anualmente exhibiciones especiales que vinculan la historia con temas de la actualidad.
Fundado en 1866 como institución pública, el Museo de Historia Sueco tiene sus orígenes en las colecciones de arte y objetos históricos reunidos por la monarquía sueca a partir del siglo xvi.
Las exposiciones permanentes están ordenadas cronológicamente en salas que dan al patio interior, con las colecciones precristianas en la planta baja y las colecciones a partir de finales del siglo viii en las plantas superiores.
Las salas se actualizan constantemente tanto tecnológicamente como en espacio y distribución para acomodar nuevas exposiciones.
Se trata principalmente de prendas usadas en las iglesias o por sacerdotes y obispos.
En 2011 se pudo acceder por internet a la información sobre 480 000 objetos, de los que 65 000 contaban con entradas ilustradas con dibujos o fotografías.
Después de la muerte del rey Gustavo III en 1792, las colecciones fueron cedidas al gobierno sueco, aunque físicamente seguían en el palacio, donde ese mismo año se inauguró el Museo Real (Kongl.
[8] En 1846-1847, el museo se mudó a la Casa Ridderstolpe, en Skeppsbron, donde permaneció hasta 1865,[9] año en que se efectuó su traslado al Nationalmuseum (el Museo Nacional de Suecia), en Estocolmo.
Durante la presentación de los planes para el nuevo edificio del Museo Nórdico en 1876, se sugirió que el edificio también pudiera albergar las colecciones del Museo de Historia.
En 1930 se celebró un concurso público para elegir la mejor propuesta arquitectónica de conversión del conjunto en un alojamiento adecuado para el museo.
Su idea fue atraer y educar al público, algo que fue recibido con escepticismo por parte de la comunidad académica que consideraba al museo principalmente una institución científica.
[3] La sucesión de fachadas solía estar expuesta a la bahía de Saltsjön hasta entrado el siglo xix, mientras que el edificio principal forma un compacto bloque que da a una explanada.
En 1938, Marklund ganó el concurso para diseñar y construir la entrada principal del museo.