Se inaugura en 1992 y participan connotados artistas, algunos de fama mundial como Roberto Matta o Mario Carreño entre otros.
Como explicaba Paola Pascual - curadora y diseñadora gráfica de la PUCV- "esto es importante para decir: ‘Ya señor pintor, elija el lienzo que usted quiera’".
[1] Los murales están expuestos, desgraciadamente, no solo a las inclemencias del tiempo sino también al ataque de vándalos que se divierten en rayarlos.
La manera más fácil de hacer el recorrido es tomar el ascensor y, al salir, doblar a la izquierda para ver los diez murales están en la calle Rudolph, hasta llegar al plano por la subida Ferrari; después hay que volver a tomar el ascensor, pero esta vez ir por la derecha para visitar los otros diez murales que se hallan a la largo del pasaje Guimera y, luego, en la serie de escaleras de la subida Pasteur hasta llegar otra vez al plano.
Los murales son de estilos pictóricos diversos; los hay: abstractos, cinéticos, impresionistas y surrealistas.
Ramón Vergara Grez (1923-2012) es autor del Mural 12, que da directamente al ascensor Espíritu Santo antes de bajar al pasaje Guimera; Francisco Méndez (1922), es autor del Mural 13, ubicado en la bajada que hace la calle Rudolph a Ferrari.
Roser Bru, nacida en Barcelona y arribada a Chile en 1939, al fin de la guerra civil española, es la autora del Mural 14.
El osornino Sergio Montecino pintó el Mural 15, al final de la calle Rudoplh, esquina con Ferrari.