Multiplicador monetario

El multiplicador monetario o multiplicador bancario es el mecanismo por el cual la creación mediante reserva fraccionaria de depósitos bancarios ex nihilo lleva a un aumento de la masa monetaria.Todo banco comercial está obligado a guardar una parte porcentual de todo el dinero físico que se deposita en sus cuentas, basándose en el coeficiente de caja que establezca el banco central del país o región donde opere (por ejemplo, antiguamente el 10% en los bancos de EE.Si ahora otro cliente "B" le pide un préstamo al banco por valor de 990€ para, por ejemplo, comprarse un televisor, el banco puede prestarle a "B" 990€ del depósito de "A"."D" va también al establecimiento de "C" y comprar allí su televisor.Si ahora "C" va al mismo banco y deposita los 980.1€ en su cuenta, el sistema financiero le vuelve a permitir al banco considerar el nuevo dinero depositado por "C" (980.1€) como un nuevo depósito, aunque forma parte, a la misma vez, de los préstamos de "B" y "D".Desde ese momento el banco pone en reserva el 1% del nuevo depósito de "C" (9.8€) y puede operar en el mercado con el resto (970.3€).Cuando alguien pide un préstamo a un banco comercial y este se lo concede, en realidad el banco no presta el dinero en metálico de la banca central que los ahorradores han depositado en este, "aunque así figure en los libros de texto",[5]​ sino que simula que se ha hecho un depósito en la cuenta del cliente prestatario a través de un asiento contable, creando nuevo dinero electrónicamente ex nihilo e incrementando, ipso facto, el dinero de la banca comercial que hay en circulación,[6]​ a la vez que pone en reserva la pequeña cantidad exacta de dinero de la banca central que, a través del multiplicador bancario en su límite, crearía el dinero de la banca comercial que está prestando el banco.[5]​ Para explicar de una forma simple el funcionamiento real del multiplicador bancario, supongamos que un banco recién creado, perteneciente a la UE, abre sus puertas sin disponer de depósitos de ningún tipo y que un ciudadano "A", su primer cliente, se abre una cuenta corriente y deposita 1000€ en efectivo para disponer de este en un plazo inferior a 2 años.Tras esto, el banco también pone en reserva, en base al coeficiente de caja, el 1% del depósito realizado por "A" de dinero en efectivo (10€ que quedan guardados en el banco central) a la vez que puede operar en el mercado con el 99% restante (990€).Pasado un tiempo, otro ciudadano, "D", se presenta en el banco y pide otro préstamo por valor de 9900€ para comprarse, también, otra motocicleta y el banco, tras firmar el cliente "D" el contrato de préstamo, le abre una cuenta corriente, crea 9900€ de dinero electrónico, lo "deposita" en la cuenta de "D" y le da una tarjeta de débito a este para que pueda gastar el dinero prestado, a la vez que pone en reserva, en el banco central y en base al coeficiente de caja, la cantidad de dinero en efectivo que, teóricamente, habría creado el dinero prestado a través del multiplicador bancario en su límite, es decir, 100 euros, los cuales toma del depósito inicial del dinero físico depositado por "A".Por su parte, "B" y "D" deben al banco, cada uno, no solo los 9900€ creados de la nada y prestados, sino también unos intereses que no han sido creados, que sumados a los 20800€ suponen una cantidad de dinero total superior a la que realmente existe en ese momento.y la Unión Europa —con depósitos en efectivo cuya disponibilidad para el cliente es superior a dos años en el caso de esta última—, estamos, pues, ante la posibilidad de que un banco que opere en estos territorios pueda crear todo el dinero que desee, supeditado, únicamente, a su voluntad de asumir más o menos riesgos al crear dinero en forma de crédito.Esta formulación supone que el público no retiene ninguna cantidad de dinero en efectivo de la banca central y que este dinero está íntegramente en reserva en los bancos.Como se ha explicado en el funcionamiento práctico del multiplicador bancario, cuando los bancos conceden créditos, en realidad no prestan el dinero en metálico que los ahorradores han depositado en estos, sino que crean nuevo dinero deuda de la banca comercial (dinero electrónico) a través de un asiento contable, a la vez que ponen en reserva la pequeña cantidad de dinero de la banca central (billetes y/o monedas) que crearía el dinero a prestar y a través del límite del multiplicador bancario en un sistema de reservas fraccionarias.; suponemos que la demanda de fondos es ilimitada; entonces esta serie geométrica define el límite superior teórico para los depósitos: Análogamente, el límite superior teórico para la base monetaria retenida del público la define esta serie geométrica: y el límite superior teórico para el total de préstamos prestados en el mercado, esta otra serie geométrica: Sumando las dos cantidades, el multiplicador monetario teórico se define como El proceso descrito anteriormente por la serie geométrica se puede representar en la siguiente tabla, donde