Movimiento Libertario (España)

[1]​ Sin embargo, los anarquistas que seguían combatiendo en la zona Centro-Levante denunciaron que en el consejo nacional del Movimiento Libertario sólo estaban representados los anarquistas catalanes y aragoneses, y, sobre todo, que estaba dominado por los que se oponían a los «colaboracionistas» —los partidarios de seguir participando en las instituciones republicanas—, paradójicamente encabezados por anarquistas que hasta entonces habían detentado cargos en el Estado o en la Generalidad de Cataluña como Germinal Esgleas, Federica Montseny —ministra de Sanidad en el Gobierno de Largo Caballero—, Francisco Isgleas —antiguo consejero de Defensa del Gobierno catalán presidido por Lluís Companys— y Valerio Mas —miembro del Consejo Económico de Cataluña—.

[2]​ Esta línea crítica con el «colaboracionismo» —también llamada «apolítica»— que dominaba el consejo nacional del Movimiento Libertario se vio reforzada con la dimisión de Horacio Martínez Prieto, defensor del «colaboracionismo» o «reformismo», y la muerte de Mariano Rodríguez Vázquez, cuyo cargo de secretario general fue ocupado por Esgleas.

[4]​ Una de las personas que recobró la libertad gracias a estos documentos fue Esteban Pallarols, quien inmediatamente se puso en contacto con tres dirigentes libertarios que se encontraban escondidos en Valencia: José Cervera Bermell, Luis Úbeda Canero y Leoncio Sánchez Cardete.

La tarea de crear los enlaces en Cataluña y en el sur de Francia se la encomendó a Génesis López y Manuel Salas, ambos recientemente liberados del campo de Albatera, quienes contactaron en Nimes con dirigentes del Movimiento Libertario; después, López fue conducido a París, donde se entrevistó con el secretario general del consejo nacional, Germinal Esgleas, Federica Montseny y otros libertarios.

[5]​ Cuando López volvió a Barcelona, se enteró de que Pallarols había sido detenido en Valencia por la Policía franquista junto con otros compañeros.

Le sustituyó Manuel Amil Barcia, pero éste, acechado por la Policía, tuvo que abandonar Madrid para refugiarse en Andalucía; así, las funciones del comité nacional fueron asumidas por la organización de Madrid, que encabezaba Eusebio Azañedo.

[7]​ Durante la década de 1940, Sigfrido Catalán, Ramón Rufat y José Expósito Leiva principales encargados de organizar la resistencia interna, la propaganda y las exfiltraciones, serían arrestados o ejecutados regularmente.

[13]​ Sin embargo, el Movimiento Libertario se rehízo rápidamente del golpe que supuso la detención de Sigfrido Catalá, pues en abril ya se había formado un nuevo comité nacional encabezado por Ramón Rufat Llop y por José Expósito Leiva.

[14]​ El Movimiento Libertario del exilio vivió una grave crisis en la primavera de 1942, cuando estallaron las tensiones latentes desde el final de la guerra entre los «colaboracionistas» de Juan García Oliver y Aurelio Fernández, y los «apolíticos», que apoyaban al consejo nacional con sede en París que encabezaban Germinal Esgleas y Federica Montseny.

En la reunión que mantuvieron en México, los primeros presentaron un documento para su discusión titulado «Ponencia», pero salieron derrotados.

Juan García Oliver , líder del sector «colaboracionista» del Movimiento Libertario, cuando fue ministro de Justicia del Gobierno de Largo Caballero durante la Guerra Civil .