Motor de corriente alterna

Un generador eléctrico, por otra parte, transforma energía mecánica de rotación en energía eléctrica y se le puede llamar una máquina generatriz de FEM (fuerza electromotriz).

Las dos formas básicas son el generador de corriente continua y el generador de corriente alterna, este último más correctamente llamado alternador.

La máquina más simple de los motores y generadores es el alternador.

Los motores de corriente alterna se clasifican según el número de fases en monofásicos, bifásicos y trifásicos, siendo estos últimos los más utilizado a nivel industrial.

Los motores eléctricos se hallan formados por varios elementos, sin embargo, las partes principales son: el estator, la carcasa, la base, el rotor, la caja de conexiones, las tapas y los cojinetes.

El mantenimiento preventivo de los motores de corriente alterna es muy importante ya que alarga la vida útil del motor y disminuye pérdidas y deformaciones del mismo.

Tal motor, llamado universal, se utiliza en sierras eléctricas, taladros, utensilios de cocina, ventiladores, sopladores, batidoras y otras aplicaciones donde se requiere gran velocidad de giro con cargas débiles o fuerzas resistentes pequeñas.

Su potencial es mayor por tener mayor flexibilidad en vencer la inercia cuando está en reposo, o sea, tiene un par de arranque excelente, pero tiene una dificultad, y es que no está construido para su uso continuo o permanente (durante largos períodos de tiempo).

Las chispas del colector ("chisporroteos") junto con su propio campo magnético generan interferencias o ruido en el espacio radioeléctrico.

Estas bobinas son trifásicas y están desfasadas entre sí 120° en el espacio.

Este campo magnético variable va a inducir una tensión en el rotor según la Ley de inducción de Faraday: Entonces se da el efecto Laplace (o efecto motor): todo conductor por el que circula una corriente eléctrica, inmerso en un campo magnético experimenta una fuerza que lo tiende a poner en movimiento.

El campo magnético giratorio, a velocidad de sincronismo, creado por el bobinado del estator, corta los conductores del rotor, por lo que se genera una fuerza electromotriz de inducción.

El campo alrededor de la bobina del rotor es alterno en polaridad magnética pero durante un semiperiodo del ciclo completo, intentará moverse en una dirección y durante el siguiente semiperiodo en la dirección opuesta.

Para generar el campo magnético del rotor, se suministra una CC al devanado del campo; y esto se realiza frecuentemente por medio de una excitatriz, la cual consta de un pequeño generador de CC impulsado por el motor, conectado mecánicamente a él.

Se mencionó anteriormente que para obtener un par constante en un motor eléctrico, es necesario mantener los campos magnéticos del rotor y del estator constantes el uno con relación al otro.

Si la carga llega a ser demasiado grande, el motor va disminuyendo de velocidad, pierde su sincronismo y se para.

Un ejemplo de motor síncrono es el reloj eléctrico, que debe arrancarse a mano cuando se para.

Aunque el rotor pueda contrarrestar el campo de los polos estacionarios, no hay razón para que se mueva en una dirección u otra y así permanece parado.

Es similar al motor síncrono el cual tampoco se arranca solo.

Con ello se puede desplazar la fase en más de 20° y producir un campo magnético máximo en el devanado desfasado que se adelanta sobre el campo magnético del devanado principal.

Esto hace que el motor se arranque por sí mismo.

En cuanto la corriente de campo alcanza un máximo, el campo magnético ya no varía y no se induce corriente en el anillo de cobre.

Esto asegura el funcionamiento libre de interferencias cuando se utilizan tales motores.

El mantenimiento que se hace a estos motores es fácil.

Motor de CA con caja de terminales eléctricos en la parte superior y salida de eje de rotación a la izquierda.
Animación del campo magnético giratorio producido por el estator en un motor síncrono o asíncrono (de inducción).
Foto de una jaula de ardillas de un motor de corriente alterna a 220 V.