El motín fue liderado por el sargento 2º EP Víctor Faustino Huapaya Chacón y comprometió a prácticamente toda la tropa del Regimiento de Infantería Nº 5.
Sin embargo, el sargento Huapaya no tenía algún objetivo político y el motín fue rápidamente derrotado por tropas al mando del comandante EP Gustavo Jiménez.
El presidente Augusto Leguía, que había gobernado el Perú por 11 años, fue derrocado por un golpe de Estado promovido por el comandante EP Luis Miguel Sánchez Cerro en 1930, a raíz de dicho golpe, Sánchez Cerro empezó a gobernar el país mediante una Junta Militar de Gobierno.
Luis Miguel Sánchez Cerro renunció a la Junta Militar ante una inminente guerra civil, y posteriormente, varios personajes se arrebataron la presidencia de dicha junta.
En ese momento, el gobierno dio la orden de debelar el movimiento insurreccional que se había gestado en la capital.
El sargento Huapaya, no tenía ningún plan o algún objetivo concreto el cual seguir, su movimiento no tenía futuro y carecía de dirección política, ante dicho contexto, Huapaya atino a volver al cuartel de Santa Catalina y atrincherarse en ese fuerte.
Se reanudó la lucha y como ella prosiguiera dos aviones arrojaron granadas en el patio del Cuartel Santa Catalina.