Durante el asedio, los asediantes amenazaron con matar a su hijo Luis si el Alcázar no se rendía (y en efecto, sería asesinado el 23 de agosto, junto a otros 60 presos políticos y religiosos, como represalia por un bombardeo del bando sublevado.
[3] Según la versión del propio Moscardó serían 79 los presos y el bombardeo no habría sido del bando sublevado sino de aviones republicanos los que, en un intento de bombardear el Alcázar, erraron la acción y bombardearon el núcleo urbano matando a 9 civiles.
Al ser liberados por las fuerzas del general Varela, Moscardó pronunció la siguiente frase: «Mi general, sin novedad en el Alcázar, se lo entrego destruido, pero con el honor intacto».
[6] Por este hecho se le concedería a Moscardó la más alta condecoración española al valor, la Cruz Laureada de San Fernando.
Algunos historiadores, como Herbert Southworth, han puesto en duda esa versión de la llamada y sostienen que fue una estrategia propagandística dado que no es verificable y tienen diversas contradicciones.
[7]Hugh Thomas que en un principio también dudó de ese episodio finalmente y tras recoger varios testimonios rectificó y reconoció la existencia de tal conversación como cierta[8] Tras este episodio, Moscardó fue ascendido a general de brigada, mandando desde octubre la División «Soria»,[9] que asediaba a Madrid por el norte.
[18][19] En 1906[1] contrajo matrimonio con María Guzmán Palanca, hija de un General de la Guardia Civil, con la que tuvo cinco hijos, José, Miguel, María, Carmelo y Luis.
Según Inocencio Arias, Moscardó fue elogiado por el presidente estadounidense Ronald Reagan.